Cuando alguien sufre una enfermedad o un accidente, la familia y los cercanos cumplen un rol tan importante en la rehabilitación como el propio equipo médico: Ana María Garreaud, psicóloga que lidera al equipo de terapia de clínica Los Coihues, aclara: "Habitualmente, el proceso de rehabilitación de un evento traumático, es largo y desgastador, no sólo para quien sufre un accidente, sino también para las personas que rodean al afectado. Nuestra experiencia con distintos grupos familiares ( parejas, hijos hermanos, etc.), que acompañan día a día sus seres queridos en el camino de la recuperación, nos hace afirmar que aquellos usuarios que han estado rodeados de este cariño, afecto y estímulo, han enfrentado sus procesos con una mejor disposición, alcanzando importantes logros. El solo hecho de sentirse amados, les devuelve la valía personal, entregándoles un gran impulso para seguir adelante. Asimismo, este sentimiento tiende a unir a los miembros de la familia transformando muchas veces, esta dolorosa experiencia en una enriquecedora, como en la historia de Jairo y Cecilia".
……..Cuando Cecilia comenzó a dejar de ver, su esposo Jairo, la llevó al oculista. Llevaban 27 años casados y ella era la razón de su vida. Después de un examen, el oftalmólogo le recomendó visitar un neurocirujano; el 31 de diciembre de 2010, le entregaron un diagnóstico: Macroadenoma hipofisiario.
Los adenomas hipofisarios son lesiones frecuentes, que representan aproximadamente el 10% de todas las neoplasias intracraneales primarias. Constituyen la tercera neoplasia por orden de frecuencia de todas las neoplasias intracraneales primarias, detrás de gliomas y meningeomas. Todos estos antecedentes eran desconocidos para Cecilia y Jairo, por lo que se confiaron cuando el cirujano de un hospital público, le recomendó cirugía. "Nunca supimos de los riesgos de esta operación, el doctor nos dijo que existían dos posibilidades: o se recuperaba o moría. Lo conversamos con los hijos y decidimos operar. Nos dijeron que estaría hospitalizada aproximadamente dos semanas, y que pasadas un par de horas de la cirugía, podría entrar a verla. No la volví a ver hasta como 50 días después".
Cuando Cecilia salió de pabellón, el cirujano le explicó a Jairo que se había producido un sangrado y que la habían trasladado a la UCI. Jairo dejó su trabajo y decidió quedarse al lado de ella hasta que despertara; pasó doce horas diarias en el hospital durante varios meses. Uno de esos días, el padre de otro paciente, le recomendó una clínica especialista en rehabilitación, habían pasado 7 meses. Después de mucho insistir con las autoridades del hospital, consiguió que Cecilia fuera trasladada a la clínica Los Coihues.
Durante el tiempo en el hospital, Jairo bajó 15 kilos, no tenía deseos de comer: "era un nudo en la garganta que no me dejaba pasar la comida". Consiguió que lo dejaran peinar a Cecilia para que ella supiera que él estaba ahí. En Los Coihues ha sido diferente: está con ella durante todo el día, la acompaña a las terapias, a los tratamientos y ella lo espera cada día. "Ha ido volviendo de a poco, ayer le dije: te amo y ella me respondió yo también, eso me emocionó y lloré".
"Cuando uno se casa, promete amarse y cuidarse por el resto de la vida, pero llegado el momento, es difícil mantener el juramento, pero yo a ella la amo más que antes, la encuentro linda completa: me gusta su pelo, sus dedos, sus ojos… El amor ha sido fundamental en el proceso de recuperación, porque el amor todo lo puede, pero le falta al menos un mes de terapia que Fonasa no cubrirá. Jairo le escribió al Ministro de Salud: "No quiero que la dejen para siempre en Los Coihues, sólo el mes que le falta, yo la necesito en la casa, ya le hice una pieza especial con todas las comodidades que ella necesita".
……..Cuando Cecilia comenzó a dejar de ver, su esposo Jairo, la llevó al oculista. Llevaban 27 años casados y ella era la razón de su vida. Después de un examen, el oftalmólogo le recomendó visitar un neurocirujano; el 31 de diciembre de 2010, le entregaron un diagnóstico: Macroadenoma hipofisiario.
Los adenomas hipofisarios son lesiones frecuentes, que representan aproximadamente el 10% de todas las neoplasias intracraneales primarias. Constituyen la tercera neoplasia por orden de frecuencia de todas las neoplasias intracraneales primarias, detrás de gliomas y meningeomas. Todos estos antecedentes eran desconocidos para Cecilia y Jairo, por lo que se confiaron cuando el cirujano de un hospital público, le recomendó cirugía. "Nunca supimos de los riesgos de esta operación, el doctor nos dijo que existían dos posibilidades: o se recuperaba o moría. Lo conversamos con los hijos y decidimos operar. Nos dijeron que estaría hospitalizada aproximadamente dos semanas, y que pasadas un par de horas de la cirugía, podría entrar a verla. No la volví a ver hasta como 50 días después".
Cuando Cecilia salió de pabellón, el cirujano le explicó a Jairo que se había producido un sangrado y que la habían trasladado a la UCI. Jairo dejó su trabajo y decidió quedarse al lado de ella hasta que despertara; pasó doce horas diarias en el hospital durante varios meses. Uno de esos días, el padre de otro paciente, le recomendó una clínica especialista en rehabilitación, habían pasado 7 meses. Después de mucho insistir con las autoridades del hospital, consiguió que Cecilia fuera trasladada a la clínica Los Coihues.
Durante el tiempo en el hospital, Jairo bajó 15 kilos, no tenía deseos de comer: "era un nudo en la garganta que no me dejaba pasar la comida". Consiguió que lo dejaran peinar a Cecilia para que ella supiera que él estaba ahí. En Los Coihues ha sido diferente: está con ella durante todo el día, la acompaña a las terapias, a los tratamientos y ella lo espera cada día. "Ha ido volviendo de a poco, ayer le dije: te amo y ella me respondió yo también, eso me emocionó y lloré".
"Cuando uno se casa, promete amarse y cuidarse por el resto de la vida, pero llegado el momento, es difícil mantener el juramento, pero yo a ella la amo más que antes, la encuentro linda completa: me gusta su pelo, sus dedos, sus ojos… El amor ha sido fundamental en el proceso de recuperación, porque el amor todo lo puede, pero le falta al menos un mes de terapia que Fonasa no cubrirá. Jairo le escribió al Ministro de Salud: "No quiero que la dejen para siempre en Los Coihues, sólo el mes que le falta, yo la necesito en la casa, ya le hice una pieza especial con todas las comodidades que ella necesita".